Este Jueves Santo se celebró La Misa Crismal en la Catedral de Zamora

Es una de las liturgias más significativas del calendario católico. La solemne ceremonia fue presidida por Mons. Javier Navarro Rodríguez, obispo de Zamora, y concelebrada por el obispo auxiliar, Mons. Francisco Figueroa Cervantes, acompañados por decenas de sacerdotes provenientes de las distintas parroquias de la diócesis.

Durante esta misa, se bendijeron los santos óleos que se utilizan a lo largo del año litúrgico en la administración de los sacramentos: el óleo de los catecúmenos, el óleo de los enfermos y el santo crisma, este último consagrado solemnemente por el obispo. Posteriormente, los óleos son entregados a cada una de las parroquias, marcando así un gesto de comunión entre el obispo, el presbiterio y todo el Pueblo de Dios.

La Misa Crismal también es el momento en que los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales, recordando el compromiso que asumieron el día de su ordenación: ser fieles servidores del Evangelio, vivir en obediencia y entrega, y ser testigos del amor de Cristo en sus comunidades.

Este signo visible de unidad y continuidad apostólica es una oportunidad para reflexionar sobre el valor de los sacramentos, la misión evangelizadora de la Iglesia y el papel fundamental de los ministros ordenados en la vida de la fe.